martes, 21 de diciembre de 2010

Poemas de Miguel Hernandez

     Para la libertad
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

Pomas de Miguel Hernandez

         Aceituneros
 
Andaluces de Jaén
Aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura,
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.
Levántante, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?
Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.
No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.
Arboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.
¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién ,
de quién son estos olivos?
Jaén, levantante brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.
Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

Poemas de Miguel Hernandez

      Vientos del pueblo   
 Vientos del pueblo me llevan
 Vientos del pueblo me llevan,
 vientos del pueblo me arrastran,
  me esparcen el corazón
  y me aventan la garganta.
 Los bueyes doblan la frente,
 impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.
No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Principales Figuras Retóricas

Comparación:Se habla de comparacion o gradación, en el caso de los adjetivos, para indicar las tres formas en que pueden darse:
En grado positivo, ejemplo claro.
En grado comparativo, ejemplo más claro.
En grado superlativo, ejemplo muy claro o clarísimo.
Metáfora: La metáfora consiste en el uso de una expresión con un significado distinto o en contexto diferente al habitual. Ejemplo Tus cabellos son de oro (el tenor serían los cabellos, el vehículo sería el oro y el fundamento sería que el color dorado de sus cabellos rubios se asameja al oro)
Hipérbole: La hipérbole es una Figura Retórica  consiste en una alteración exagerada e intencional de la realidad que se quiere representar, ya sea por exceso o por defecto. Ejemplo ¡Eres mas lento que una tortuga!
Personificación: La Personificación es una Figura Retórica que consiste en atribuir cualidades propias de seres animados y corpóreos a otros inanimados o abstractos, o acciones y cualidades humanas a seres que no lo son, dándoles vida propia. Ejemplo "Las estrellas nos miraban mientras la ciudad sonreía"
Metonimia: La Metonimia es una Figura Retórica relacionada con la Metáfora que consiste en designar una cosa o idea con el nombre de otra basándose en la relación de proximidad existente entre el objeto real y el objeto representado. Ejemplo El balón se introduce en la red (la portería)
Hipérbaton: El Hipérbaton es una Figura Retórica consiste en alterar el orden lógico de los términos que constituyen una frase. Ejemplo "De verdes sauces hay una espesura" (hay una espesura de verdes sauces)
Antítesis: La Antítesis es una Figura Retórica que consiste en emplear dos sintagmas, frases o versos en cada uno de los cuales se expresan ideas de significación opuesta o contraria o impresiones más subjetivas e indefinidas que se sienten opuestas. Ejemplo "eres como la Rosa de Alejandría que se abre de noche se cierra de día"
Ironía: La Ironía es una Figura Retórica que consiste en expresar burlescamente, lo contrario de lo que se quiere comunicar, empleando un tono, una gesticulación o unas palabras que insinúan la interpretación que debe hacerse. Ejemplo ¡cuánto  dolor! Tus cuantiosas lágrimas lo proclaman.
Anáfora: La Anáfora es una Figura Retórica que consiste en repetir una palabra o conjunto de palabras al comienzo de una frase o verso. Ejemplo "¡oh noche que aguiaste! ¡oh noche amable más que el alborada! ¡oh noche que juntaste!"
Aliteración: La Aliteración es una Figura Retórica que consiste en repetir y combinar varios sonidos a lo largo de una misma frase. Su objetivo es conseguir un efecto lírico sonoro. Ejemplo "en el silencio lo se escuchaba un susurro de abejas que sonaba".
Onomatopeya: La Onomatopeya es una Figura Retórica que consiste en la utilización de palabras para imitar sonidos naturales. Ejemplo "el kikirikí del gallo me despertó"
Paranomasia: La Paranomasia es una Figura Retórica que consiste en un juego de palabras utilizando dos palabras con sonidos similares pero distinto significado. Ejemplo "Una pica lleva al hombro
porque su suegra le dijo que ha de ganar por la pica lo que perdió por el pico"